Jueves Santo - Misa de la Cena del Señor

Discípulos y misioneros del AMOR

 

El Jueves Santo termina la cuaresma y es el preámbulo de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.  Ante el significado de los eventos que celebramos durante la Misa de la Cena del Señor, nuestra respuesta como cristianos y creyentes debe ser una respuesta en la afirmativa al Don de Dios, poniéndolo todo a su disposición; especialmente nuestro tiempo y talento para la edificación de su Reino y asumir nuestra responsabilidad de ser los constructores de la Civilización de Amor.

 

Qué recordamos del Jueves Santo

 

Sabiendo que iba a morir, que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús quiere grabar en el corazón de sus discípulos la enseñanza más importante: el amor, el amor acogido y ofrecido, el amor expresado en el servicio. Recordaremos tres acontecimientos importantes para nuestro ser discípulos y misioneros del Señor:

 

     El mandato del Amor:

  • Dios es Amor, y el amor se ha manifestado en Jesús. El nos ha amado tanto que incluso ha dado la Vida por nosotros. Este Amor ha de reinar en el mundo, creando la fraternidad humana. Este acontecimiento se presenta en el “lavatorio de los pies”, gesto simbólico que Jesús realizo con lo suyos, y refleja la actitud de Amor y servicio hacia los demás.

“Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Como yo les he amado, así también ámense los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos”  Juan 13, 34-35

      La Institución de la Eucaristía:

  • En una noche como ésta, Jesús entregó su Cuerpo y su Sangre por nosotros. Y como signo permanente de su presencia nos dejó la EUCARISTIA. Hoy recordamos la institución des este regalo de Dios a los hombres y mujeres.

“Durante la cena, Jesús tomo pan, pronuncio la bendición, lo partió, se lo dio y dijo: -Tomen, esto es mi cuerpo.

Tomo luego una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y bebieron todos de ella. Y les dijo: -Esta es mi sangre, la sangre de la nueva alianza, que se derrama por todos”        Marcos 14, 22-24

 

      La Institución del Sacerdocio:

  • En una noche como ésta, Jesús instituyó el Sacramento del sacerdocio ministerial. Eligió un grupo para manifestar al mundo la buena Noticia, para partir el Pan y darnos el perdón. Hoy recordamos la institución de este servicio ministerial de presidir la eucaristía e impartir el perdón.

 

El denominador común de estos tres acontecimientos es el Amor de Dios a los hombres y mujeres manifestado en Jesús de Nazaret, “que lava los pies”, instituye un signo de “encuentro con El”, a través del Pan y del Vino y “elige a aquellos” que deben seguir presidiendo la Eucaristía e impartiendo el perdón.

 

Durante la Cuaresma hemos acompañado a Jesús en su camino a Jerusalén y hoy celebramos su última cena junto a sus discípulos. Previo al comienzo de su pasión, nos ha hecho una invitación muy personal para que seamos Discípulos y misioneros del AMOR. Si aceptamos su invitación, debemos pues acompañarlo durante su pasión y muerte, “Mirar al que traspasaron”, para celebrar en la Pascua con júbilo su Resurrección y nuestra fe.