SAN ALBERTO DE SICILIA
Su vida
Nació en Trápani, Sicilia (Italia). Sus padres
-Benito d degli Alberti y Juana Palizi- llevaban veintiséis años de estéril
matrimonio. Fervorosos crisitanos, habían prometido a la Virgen de Trápani
consagrar al servicio del Señor al hijo que les concediera.
De muy niño ingresó en el Carmelo de Trápani con el
propósito de servir a Dios y a la Santísima Virgen, ha quien está consagrada
la Orden del Carmen.
Era entonces la "edad de oro" del Carmelo, en
la que el ideal eliano-mariano de la Orden se mantenía vivo a base de un justo
equilibrio de la contemplación y acción apostólica.
Desde que profesó en la Orden se distinguió por su
fervor y austeridad de vida. Sus biógrafos nos dicen que sus ayunos eran
continuos, que nunca tomó carne y que mezcalaba su parco alimento con ajenjos.
Su cama era un zarzo de sarmientos y dedicaba largas horas del día y de la
noche a la oración.
La obediencia era en él pronta y alegre, la pobreza le
distinguía entre todos por su total desprendimiento y la castidad fue su flor
preferida y mejor guardada, por eso se le representa con un lirio y un crucifijo
en la mano, o el niño Jesús en brazos.
Recibidas las sagradas órdenes, se difundió pronto su
fama de religioso santo y de persuasivo orador.
Pasó algún tiempo en el convento de Messina, ciudad a
la que libró del hambre causada por un asedio: algunas naves cargadas de víveres
consiguieron llegar milagrosamente hasta los asedios.
Fervoroso predicador, recorrió la mayor parte de los
pueblos de la isla.
Fue nombrado provincial de Sicilia por el 1296, cargo
que desempeñó con una entrega total al servico de Dios y de las almas.
Cuando visitaba los conventos, no llevaba otra cosa que
un poco de pan, el báculo y un cantarito de agua.
Fundó varios conventos y escribió algunos tratados,
que no se han conservado.
Recibió del Señor la gracia de hacer milagros
llegando a ser el gran taumaturgo y apóstol de Sicilia.
Por eso su culto ha sido siempre muy extenso e intenso
en toda la Orden, que lo ha venerado en todas sus iglesias y conventos. Sus
reliquias se han esparcido por todo el mundo y con ellas se bendice el agua para
los enfermos.
Acaeció su muerte en 1307 y al celebrar sus exequias
se dice que voces misteriosas entonaron el "os justi" de la misa de
confesores en vez de la misa de requiem.
Su culto fue confirmado por bula del papa Sixto IV en
1476.
Su fiesta se celebra el 7 de agosto.
Su espiritualidad
Supo plasmar en su alma el verdadero espíritu del
Carmelo viviendo el nada fácil equilibrio entre la vida contemplativa y la
activa.
Por la vivencia de este doble espíritu eliano fue
venerado como uno de los primeros y más grandes santos de la Orden, de la que más
tarde fue considerado Patrón y Protector.
Compartía su celo y todo el anhelo de su candorosa
alma entre la propia santificación y la del prójimo, dirigido todo a la mayor
gloria de Dios.
Este mismo celo le hacía sentir una vocación fuerte y
constante a la predicación de la divina palabra y Dios premiaba visiblemente
sus fatigas apostólicas con la conversión de muchos judíos e infieles a la fe
de Jesucristo.
En sus sermones hacía hincapié en el amor de Dios y
del prójimo, el odio del pecado, la hermosura de la virtud y la fealdad del
vicio, las espinas y la caducidad de los bienes temporales y la seguridad de los
eternos.
En el himno de Laudes de su fiesta se dice:
"...Con dura penitencia / domando las pasiones, /
será sol que difunde / sagrados esplendores. / Satán pretende, astuto, / que
la oración acorte; / Alberto persevera / orando día y noche..."
Su mensaje
- que seamos generosos con el Señor desde el
principio.
- que con celo vivamos y propaguemos nuestro carisma.
- que el amor a los pobres y alejados arda en nuestro
corazón.
- que la pureza y la oración fortifiquen nuestras
almas.
Señor Dios nuestro, que hiciste de San Alberto un
modelo de oración y de pureza y un fiel servidor de la Virgen María; concéde
nos que, imitando sus virtudes, podamos participar del banquete eterno de su
gloria. Amén.
From Los Santos Carmelitas
by P. Rafael María López-Melús