BEATA JUANA DE TOLOSA

Beata Juana de Tolosa

 

Su vida

Parece que nació a principios del siglo X¡ll de una noble estirpe del reino de Navarra en Tolosa (Francia).

En aquellos tiempos todavía no estaban organizadas ni las monjas ni los terciarios carmelitas. Esto no llegará oficialmente hasta el 7.10.1452 por obra del ilustre General de la Qrden Beato Juan Soreth con la bula que expedirá el papa Clemente V "Cum Nulla".

La niñez y juventud de Juana fue recogida y piadosa.

A mediados del siglo XIII vinieron los carmelitas procedentes del Monte Carmelo, de Palestina, y fundaron en la ciudad de Tolosa. Pronto corrió la voz de la santa vida de aquellos religiosos y de la gran devoción que profesaban a la Santísima Virgen.

Esto hizo que Juana fuera a pedirles la agregación a la Orden. Unos autores la traen como monja carmelita y otros como terciaria. Parece ser que llegó a profesar la Regla del Carmelo como hacían otras mujeres de su tiempo. Se hizo construir una especie de ermita junto al convento de los religio sos carmelitas de aquella ciudad llevando una vida de gran austeridad y oración.

Después de una vida santa, expiró por el 1286.

El Señor obró muchos prodigios por medio de su cuerpo. Bernardo de Rosergio, arzobispo de Tolosa (1452-1474), concedió 40 días de indulgencia a quienes visitaran las reliquias de la Beata Juana, que colocó en una bella urna en la iglesia de los carmelitas de Tolosa.

Desde entonces empezó su culto, que quedó ratificado cuando la beatificó el papa León XIII el 1895.

El General de la Orden Enrique Silvio llevó a España el brazo y la mano derecha de la Beata Juana de Tolosa.

Su fiesta se celebraba, hasta el Vaticano II, el 31 de marzo.

Su espiritualidad

Hay pinturas antiguas de ella vestida ~e monja carmelita en actitud de mirar con afecto a un crucifijo que lleva en sus manos. Dicen sus biógrafos que se distinguió por su ardiente amor a Jesucristo.

Todos querían tener conversación santa con ella, sobre todo los religiosos jóvenes, a los que exhontaba con gran fruto en el camino de la perfección.

Amaba muchísimo a la Virgen María y fue este amor el que pñmeramente la empujó a hacerse carmelita.

En 1688, al descubrir sus restos, se encontraron con ellos algunas oraciones que parece eran las que la Beata Juana solía rezar habitualmente.

Espiritualidad religiosa o monacal vivida en el mundo fue la suya.

Es la primera santa carmelita de la Orden.

Su mensaje

  • que estemos dispuestos a oírla voz que nos llama.
  • que seamos capaces de arrastrar los más grandes sacrificios por seguir a Jesucristo.
  • que la caridad y fraternidad dirija nuestras vidas.
  • que el amor a Jesucristo y a María sea el móvil de todo nuestro obrar.

Su oración

Oh Dios que en la bienaventurada virgen Juana de Tolosa, nos has dado un maravilloso ejemplo de penitencia y de caridad, concédenos, te rogamos, que, imitando fielmente estos ejemplos. alcancemos los premios que prometiste a los que te aman. Amén.

 
From Los Santos Carmelitas by P. Rafael María López-Melús