¡Que Viva la Madre y Hermosura del Carmelo!
 

 

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La comunidad parroquial de Santa Teresita y miembros de diferentes comunidades de la Tercera Orden del Carmen se unieron al párroco y Delegado Nacional de la T.O.C., Padre Luis Miranda, O. Carm., al Padre José Maldonado, O. Carm., y al Padre Félix Rivera, O. Carm., en la magna solemnidad de Nuestra Señora, la Virgen del Carmen, a quien los carmelitas llaman Madre y Hermosura del Carmelo, y la Señora del Lugar.

La imagen antigua de la Virgen vestida fue colocada en andas, rodeada a sus pies de un jardín de rosas blancas y diminutos Monte Casinos. El templo fue revestido de las mismas flores y luces.

Al frente de la imagen de la Madre y el Niño con sus escapularios, se colocó una talla en madera de olivo de Tierra Santa, recordando a San Elías, profeta y Padre del Carmelo, quien acompañó a la Señora del Lugar en su recorrido por las calles de Ocean Park, en Santurce, hasta la orilla del mar, entre el júbilo de los feligreses y las canciones de la liturgia popular carmelitana.

En el libro de Reyes, el criado del profeta Elías otea el mar desde la cima del Monte Carmelo, luego de que los cielos permanecieran cerrados por espacio de dos años y medio sin que cayera gota de lluvia, debido a la idolatría del reino de Israel. A la séptima vez, el criado alerta a Elías que desde lejos se divisa una nubecilla blanca – preñada de agua. Los ermitaños que poblaron el Monte Carmelo en el siglo XII veían en la nubecilla blanca una prefiguración de la Santísima Virgen María, preñada de gracias para sus amados hijos.

Como de costumbre, se celebró la misa vespertina del 16 de julio a las 6:00 de la tarde. A las siete se inició la procesión hacia el mar, y a las 8:30, de regreso al templo, se llevó a cabo la bendición de escapularios y su imposición a la feligresía que se allegó al altar.

Los carmelitas han estado orando con insistencia para que la Madre y Reina del Carmelo le conceda la lluvia que tanto necesita Puerto Rico en estos tiempos de sequía y calor.