Los fenómenos místicos continúan:
·
Antes
de proseguir con la extraordinaria experiencia mística de
esta joven carmelita, debemos situarnos un poco más en el
contexto histórico de la santa. Debemos tener en cuenta que
Santa María Magdalena de Pazzi vivió a caballo entre el
siglo XVI y principios del XVII. Eso implica que vivió entre
el renacimiento tardío y el barroco. Este dato es importante
porque durante el barroco se consideró que todas las
experiencias de éxtasis, raptos y demás fenómenos místicos
eran garantes de la santidad de una persona, cosa que no es
cierta, ya que para ser santo no es necesario experimentar
éxtasis o visiones. Sólo basta con vivir la vida cristiana
en grado heroico y cumplir aquello que Dios nos pide en
nuestra vida.
·
Luego de cuatro meses de volver a la normalidad, desde el 15
de agosto de 1584 hasta Navidad de ese año volvieron los
éxtasis a ocurrir con mayor frecuencia. Una de sus hermanas
de comunidad, Sor María Pacifica en los testimonios para la
canonización, dijo que la santa había sufrido tantos éxtasis
durante el tiempo que vivió con ella que no los podría
contar. Sor Magdalena caía en éxtasis no tan sólo en el rezo
coral, sino durante la Misa, u otro acto de oración.
Ocurrían también mientras se desvestía, preparaba el pan
para la comunidad, hablaba con una hermana, preparaba la
mesa o en otro momento cotidiano. En ocasiones hubo éxtasis
que duraron días enteros o noches enteras. Cuando estaba las
noches enteras en éxtasis, no daba señales de cansancio al
día siguiente durante los rezos o el trabajo. Sólo cuando
vivió los éxtasis relacionados a la Pasión del Señor mostró
señales de cansancio.
·
En este período cambiaron las hermanas el método de recoger
por escrito el contenido de los éxtasis. En un principio la
propia Magdalena tenía que contar todo lo experimentado.
Luego de la redacción la santa revisaba el resumen para ver
si correspondía con lo que había experimentado, pero nunca
quedaba satisfecha porque no había palabra humana capaz de
describir su interacción directa con el misterio de Dios.
Ante esto decidieron copiar literalmente lo que la santa
decía o hacía durante el éxtasis para acercarse un poco más
al contenido. Pero con el aumento de los éxtasis la
situación se volvió demasiado difícil y optaron por que
fuese un equipo de tres hermanas que copiasen todo. Ese
grupo estaba compuesto por la propia santa, Sor Magdalena
Mori como secretaria y la Madre Evangelista del Giocondo
como colaboradora y formadora de la Santa.
·
Entre los datos curiosos para sus hermanas que hacían de
amanuenses era cómo durante el éxtasis tenía un perfecto
dominio del latín y de la gramática, aunque no los hubiese
estudiado nunca. También durante los éxtasis recitaba en
perfecto latín pasajes enteros de la Sagrada Escritura y
otros escritos. Cuando se le hablaba no escuchaba nada más
que las órdenes que se le hacían en virtud de santa
obediencia. Otro detalle es que no tan sólo hablaba con la
Santísima Trinidad, sino con la Santísima Virgen y algunos
santos que la aconsejaban.
Espiritualidad
Los Coloquios y los dones místicos:
·
El
manuscrito de Los Coloquios
correspondería a los éxtasis sucedidos entre la Navidad de
1584 hasta el 4 de junio de 1585. El contenido son cincuenta
relaciones sobre los coloquios que la santa tenía con Dios
durante los éxtasis.
·
A pesar de su intensa vida mística, la joven profesa siempre
trató de pasar desapercibida en su comunidad, llevando una
vida de ascesis continua. Siempre fue la primera en los
trabajos pesados, como lavar la ropa y hacer el pan para la
comunidad. A pesar de su constitución frágil y ser de baja
estatura, poseía una fuerza extraordinaria para hacer sus
labores conventuales.
·
Aun a pesar del deseo de anonimato de Sor Magdalena, el
Señor la hizo una esposa privilegiada. Es importante el
sentido de la palabra: esposa en el lenguaje de la
santa. Este término se refiere a una mujer consagrada, que a
los ojos de Magdalena tiene la inmensa misión de ser Sponsa
Christi,
unida a Él por el amor (el amor), la levantará hacia su
esposo en igualdad. Recordemos lo que dice San Juan de la
Cruz: que lo propio del amor es igualar. Ese movimiento de
amor que la levanta es la contemplación del misterio de Dios
que día tras día la transforma y asimila a su esposo el
Verbo.
·
El proceso de asimilación con Cristo que vivió Santa María
Magdalena de Pazzi la hizo partícipe de una serie de gracias
extraordinarias entre las que están: la participación en la
Pasión del Señor en tres ocasiones, la recepción de los
estigmas del Señor y de la corona de espinas, y por último,
el anillo del desposorio místico con el Verbo. Todas estas
gracias marcaron el espíritu de la joven profesa, pero jamás
fueron visibles en su cuerpo.
·
La
noche del 5 de marzo de 1585, Jesús cambia el corazón de Sor
Magdalena y le pone el de la Virgen María. La santa relata
dicha experiencia en Los Coloquios. Ella cuenta que
el cambio de corazón el mismo Jesús se lo explica
diciéndole: “Sentirás un gran deseo de sufrir por mi amor, y
tendrás un gran amor por las criaturas, fieles e infieles;
el amor y el deseo que cada criatura se salve y venga a mí
serán de una intensidad que tu fragilidad no podrá
soportar”.
(CO1, 218)
·
Hay otro fenómeno místico poco usual, el de la cardiografía.
El día de la fiesta de la Anunciación de 1585 a las 11 de la
mañana, San Agustín se le aparece y le escribe en el
corazón: “Et Verbum caro factum est’’. Las primeras
dos palabras en dorado representando lo divino, de caro al
resto de la frase en rojo sangre por la sangre de Jesús. San
Agustín le comunica que de ese momento en adelante Dios
moraría de manera especial en su corazón.
·
Ese año la santa vivió una semana santa muy particular. El
lunes santo recibió en su alma la infusión de los estigmas
por segunda vez, los cuales ya había recibido en el período
de Los Cuarenta Días. Sor Magdalena se ofreció toda a
Cristo: sus facultades y sentimientos, hasta sentirse
profundamente unida a su esposo. Es cuando San Agustín se le
vuelve a aparecer y le añade a la frase ya escrita:
Sanguis Unionis.
El miércoles santo ella contempló las operaciones de la
Trinidad, dentro y fuera de ésta, y cómo esas operaciones
afectan a la Iglesia. La Iglesia vista como primera esposa y
las almas de los fieles como segunda esposa. El Jueves Santo
desde el mediodía hasta poco después del mediodía del
Viernes Santo tiene uno de los éxtasis más largos de su
vida: revive por completo la Pasión del Señor.
La santa revive el drama de la pasión desde la despedida de
Jesús a su Madre el Jueves Santo hasta que expira en la
cruz. La santa va reviviendo paso a paso la Pasión del Señor
en diversas dependencias del monasterio, y participa de
sufrimientos morales y físicos bastante violentos. El
Domingo de Pascua recibe un inmenso gozo al contemplar a
Jesús resucitado y contemplar con alegría el encuentro entre
el resucitado y su Madre.
·
El 28 de abril, durante la toma de hábito de una hermana,
ocurre otro éxtasis. Vuelve a aparecer San Agustín donde
cierra la frase con lo siguiente: Puritas coniunxit
Verbum ad Mariam et Sponsum at Sponsam,
es el día del desposorio místico. Durante esta visión, Santa
Catalina de Siena y San Agustín toman la mano de Sor
Magdalena y el Verbo le coloca el anillo. A los pocos días
Jesús, ante la presencia de la Virgen, San Agustín, Santa
Catalina de Siena y San Ángel de Sicilia, culmina el
desposorio místico coronándola con una corona de espinas.
Selección de textos:
1)
Después volvió a hablar considerando la unión que hace el
alma con Dios: «Oh feliz aquel alma que está unida contigo,
Verbo, y que se apacienta y nutre de ti, Verbo, y no
encuentra quietud y no se contenta sino contigo, Verbo. Sólo
tu amor, Verbo, nos puede hacer quietos, porque fuimos
creados para amar y poseerte».
«Cuanto más te busco, tanto más estoy insatisfecha de
buscarte».
Mientras estaba en coloquio familiar con Jesús, San Agustín
y Santa Catalina de Siena hablaba de sí misma. Entre las
cosas que dijo: «Oh Catalina, oh Catalina, yo sé que no debo
igualarme a ti». Con estas palabras y otras que salieron de
su boca con gran fatiga, hacía entender cómo Jesús quería
que en todas las cosas fuera similar a Santa Catalina, pero
en menor grado en cada cosa.
Como decir, Santa Catalina había sido desposada por Jesús
exteriormente,
pero ella interiormente en su alma había tenido el anillo de
Jesús. Santa Catalina había tenido los estigmas en el cuerpo
y en el alma, de modo que se pudiesen ver exteriormente; a
ella interiormente le fueron impresos en el alma en dos
ocasiones, y la última vez tuvo algo en su cuerpo a modo de
infusión y no de inmersión, como nos dice. Santa Catalina
estaba vestida de sangre, y a ella le habían sido escritas
en el corazón por San Agustín estas palabras: sanguis
unionis. Santa Catalina tenía el Corazón de Jesús, y
ella el de María. Por último, Santa Catalina se había
esforzado mucho, o Jesús se sirvió de ella muchísimo para
atraer a Él muchas almas, y había hecho grandes obras por la
Santa Iglesia; así ella les debía conducir de las creaturas,
y quería servirse de ella y la había escogido para la
salvación de muchas almas, así como le había mostrado más de
una vez.
(I Colloqui, 344)
La mística, una experiencia que transforma:
·
Las experiencias extraordinarias vividas por Santa María
Magdalena de Pazzi fueron para ella una iniciación
progresiva en el misterio de Dios que al mismo tiempo es una
experiencia transformante. Aquí toca el tema de la
contemplación, que es un término mucho más complejo y rico
dentro de la tradición del Carmelo. La tradición del Carmelo
no tan sólo a la luz del magisterio de nuestra santa, sino
unida al magisterio de los grandes místicos de la Orden, ha
visto la contemplación como un proceso de muerte y
resurrección, donde muere el hombre viejo con todo su lastre
de pecado, para ser renovado completamente y así nacer un
hombre nuevo a la medida de Cristo en su plenitud. Este tema
de la trasformación en la mística católica es fundamental
para conocer nuestra fe y poderla contrastar con el
protestantismo que tiene una visión pesimista del ser
humano. Para el protestantismo la obra redentora de Cristo
no es otra cosa que dar un barniz de bondad al hombre que en
el fondo sigue siendo malo. Para nuestra tradición católica,
el hombre es renovado por completo pasando por un proceso de
muerte y resurrección espiritual (proceso de santificación).
De manera que una vez renovado, alcanza la unión perfecta
con Dios por el amor, siendo partícipe de la vida divina.
·
En
la experiencia mística de Magdalena de Pazzi podemos ver
claramente ese proceso de trasformación en la experiencia
del cambio de corazón que Jesús le hizo dándole el de la
Virgen. Jesús en esta experiencia le dice: «Como tú
comprenderás sobre esto: sentirás tener en ti un gran deseo
de padecer por mi amor y un gran amor hacia todas las
criaturas, tanto las infieles como las otras; y será de tal
suerte que no pudiéndolo soportar por tu fragilidad, me
rezarás que yo te lo quite. Y será este amor el deseo que
cada criatura se salve y venga a mí.» (CO1, 218).
·
Debemos concluir que la verdadera experiencia de Dios, sea
extraordinaria u ordinaria, siempre es una que nos
transforma. Nos lleva a morir a nosotros mismos y a ser
criaturas nuevas, de manera que seamos verdaderos hombres y
mujeres de Dios.
Dios es pureza:
·
El tema de la pureza es uno recurrente en la literatura
espiritual del 1500. Pero el término que se utilizaba era el
del amor puro, refiriéndose al amor libre de egoísmo,
necesario para poder alcanzar la unión con Dios. En esta
circunstancia, el término pureza trasciende a lo que
ordinariamente se le ha restringido como la inocencia o la
virginidad. Asume una dimensión mucho más profunda. La
pureza empieza a aparecer en la experiencia mística de sor
Magdalena desde los primeros éxtasis recogidos en Los
Cuarenta Días. Algunas de las luces recibidas sobre
dicho tema son expresadas de manera original. Nuestra santa
vivió su proceso de santificación personal en el monasterio
siendo muy coherente con las intuiciones espirituales que
recibía respecto a la pureza. Decía ella sobre su futuro
proceso de purificación que viviría próximamente: Si Dios es
pureza, se explica aquel lugar y terrible proceso de
purificación por medio del cual ella debía ser conformada
con Dios.
·
Como decíamos arriba, el término pureza en nuestros días ha
sido casi restringido al campo de la castidad. Para poder
hacer una relectura del término pureza en el lenguaje
magdaleniano, habría que interpretarlo en la actualidad como
santidad. Una originalidad en la experiencia de Santa María
Magdalena de Pazzi es que Dios Padre habla de su propio ser
como pureza.
·
La pureza a la que con tanto empeño Sor Magdalena se refiere
a nivel humano no es otra que aquel estado de inocencia que
el hombre gozaba antes de cometer el pecado original. El
mejor espejo de esa pureza lo vemos en la Inmaculada
Concepción de María Santísima.
Partícipes de la pureza divina:
·
El día de su profesión, Sor Magdalena recibió el don de la
pureza de María. Un año más tarde recibe la pureza de Dios
que tanto ha contemplado; esto aparece en la conclusión del
libro de Los Coloquios. Cuando recibió ese carisma
dijo estas palabras: «Tomo la pureza de quien me tomó, y
no la dejaré sino hasta la separación del alma y el cuerpo.»
Es un don que sólo recibe una persona muerta a sí misma.
·
Un 17 de mayo de 1585 Dios Padre le prometió a sor Magdalena
que recibiría la pureza que hemos mencionado, pero que antes
tendría que cumplir cuatro requisitos:
1.
La primera condición radica en vivir de modo que toda
su capacidad de comprender y querer fuese en Dios.
2.
La segunda condición consiste en que es necesario a
la pureza que una persona se esfuerce en vivir orientada a
Dios, alejándose de toda imagen o fantasía que lo separase
de Él y alejándose del más mínimo pecado. Estos son los que
el Verbo llama bienaventurados porque ellos verán a Dios.
3.
La tercera cosa que se pide es la pureza del cuerpo,
que usualmente llamamos castidad. En el caso de Sor
Magdalena y sus hermanas hablamos de virginidad. En este
caso las personas vírgenes son las que son en cierta medida
similares a Dios y son como un retorno al estado primitivo
de inocencia al cual el hombre fue creado.
4.
La última condición es la humildad, le es tan
agradable a Dios que sin ella las otras carecen de valor.
Dice la santa: «La humildad es madre de la pureza y la
pureza es madre de la humildad.» (CO2, 347)
·
Otras frases: «La pureza del alma es como un río que se
dilata en Dios» (CO1, 122)
·
«El Señor reposa en la pureza del alma.» (CO1, 126)
Bienaventurados los limpios de corazón:
·
El discurso de Sor Magdalena sobre la pureza es primeramente
teológico y luego moral. De la contemplación de Dios como
pureza, nuestra santa intuye el recorrido espiritual que el
ser humano debe recorrer para unirse a su creador.
·
La bienaventuranza evangélica del corazón
hace referencia a que el corazón representa la totalidad del
ser humano, comenzando por la mente. Entiéndase que con la
transformación del corazón se regenera todo el ser y nos
capacita para el encuentro con Dios. A eso es que la santa
quiere conducir a sus lectores.
·
Cristo, después de haberse entregado por su Iglesia-Esposa,
la hermosea y purifica con su sangre, y la prepara para
comparecer ante Él «sin mancha, ni arruga o cosa
parecida, sino santa e Inmaculada» (Ef 5,27).
·
El cristiano debe trabajar por su propia purificación,
configurándose con Cristo, Hijo de Dios vivo. Mirándole a
Él, “se purifica a sí mismo, como Él es puro’’,
haciéndose semejante a Dios, se vuelve capaz de verlo como
Él es.
·
La pureza va ordenada a la visión de Dios. Por ello Santa
Magdalena contempla la pureza como aquel tesoro escondido en
el campo, que como creatura vende todo y va tras ello (CO1,
146).
·
Recordemos que este tema de la pureza entronca con nuestra
tradición como Orden con el documento que es la raíz de toda
la espiritualidad del Carmelo, la Regla de San Alberto,
donde dice en el cap.2: “habréis de vivir en obsequio de
Jesucristo y servirle fielmente con corazón puro y
buena conciencia.”
Selección de textos:
1.
«El alma será glorificada para que participe de la gloria de
la divinidad y humanidad del Verbo, y esta gloria será tanta
cuanto el alma es capaz de recibir. Si no hubiese perdido la
inocencia en la que fue creada, su pureza hubiese sido tal
que no sólo los ángeles sino la misma humanidad del Verbo,
que aunque no es divina se mantiene unida a la divinidad,
permanecería admirada y se maravillaría a sí misma. Y aunque
el alma no tendrá aquella pureza como antes de perder la
inocencia, no será de una pureza menor para unirla a Dios
que es la pureza misma.
Donde el alma, conociéndose pura, irá con sus puros y
hermosos ojos mirando o aquí o allá, a diestra o izquierda,
de dónde viene tanta pureza; viene de la sangre del Verbo,
es aquello que nos da la pureza, por medio de la cual el
alma se une con Dios en un modo tan grande que ni con el
pensamiento, ni con una palabra, ni con un deseo, ni con una
obra, ni con un solo pestañar se separaría nunca de la unión
y la atención de Dios» (CO2, 388).
2.
«¡Oh Madre mía, María!
¿Dónde dejo aquella pureza difícil de alcanzar de María?
Oh María, tus ojos tiran esplendor de pureza.
Tú, pura, con el puro lo acercas al Puro.
Oh pureza, oh pureza, oh pureza;
y una ejercitada, y efectivamente poseída humildad.
No fue nunca, ni nunca habrá humildad sin pureza,
ni pureza sin humildad.
Tú diste a luz a Aquel que nos dio conocimiento de la
pureza,
Aquel que la creó y Aquel que la debe remunerar» (CO1, 344).
La luz de la Verdad:
·
Cuando nuestra santa recibió el don místico de la pureza,
todavía no había atravesado por la dura prueba que la
transformaría en una nueva creatura, como dice San Pablo.
Para ella, además de ser un anticipo de esa pureza a la que
Dios la llama, la sumergió en un profundo conocimiento de sí
misma y de la miseria que todavía quedaba en ella. Ese
conocimiento es como una luz dulce que la disponía a entrar
a conciencia en el camino de la purificación. En el proceso
de la prueba el concepto de pureza va teniendo matices más
profundos.
·
A la luz de su experiencia, Sor Magdalena vivía una
atmosfera enrarecida donde era consciente del querer de Dios
sobre ella: estar revestida de pureza, «el alma se debe
dejar mover por el intrínseco tirón del Verbo» (CO2, 365).
Es el tirón interior que lleva a la creatura a encontrarse
con su Señor. A lo largo de esta vida descubre que la
verdadera libertad consiste en ser capaces de entrar en
sintonía con Dios.
La
Pasión del Señor en Sta. María Magdalena de Pazzi:
·
La contemplación de la pasión del Señor, centrada en la
crucifixión es un pilar central del magisterio espiritual de
nuestra santa. Este aspecto está muy presente en los
primeros dos años de experiencias místicas de nuestra santa.
Vemos los antecedentes de la estrecha relación de nuestra
santa y la meditación de la Pasión con el libro que usaba
para meditar a temprana edad: Las Instrucciones, del
Padre Gaspar Loarte, S.J. (1498-1578).
·
Su Carmelo también era muy devoto de la pasión del Señor.
Eso se concretiza en algunas prácticas devocionales, como la
procesión claustral que hacían las monjas entre el primer
Domingo de Pasión hasta el Viernes Santo. Consistía en que
cada hermana cargase una cruz en sus espaldas con una corona
de espinas en la cabeza. Esto lo hacían siguiendo los pasos
del Señor hasta Getsemaní.
·
En sus experiencias místicas sobre la pasión hay algunos
aspectos más acentuados que otros en algunos éxtasis.
Algunos de estos aspectos manifiestan la devoción practicada
en el monasterio o son fruto de la sensibilidad de la misma
santa y se traducen en símbolos. Entre esos símbolos están:
la corona de espinas, las llagas, el costado o el corazón.
Uno de los símbolos protagónicos es la sangre, es de los más
presentes en sus visiones.
·
Santa María Magdalena de Pazzi vivió en tres ocasiones el
drama de la pasión en diversas etapas de su vida. La
primera: el 14-15 de junio de 1584, la segunda, el 19-20 de
mayo de 1585, y la tercera y última, entre el 26-27 de marzo
1592. Aun a pesar que sus experiencias tienen
características propias, también tienen paralelismos comunes
con otros místicos que han vivido la pasión del Señor.
·
El primer éxtasis se caracteriza por la estrecha afinidad
entre la santa y el Señor. Las diversas estancias del
monasterio se transformaron en los escenarios donde la santa
revivía paso a paso el drama de la pasión. En esta primera
experiencia la pasión es contemplada e interiorizada,
mientras que en las otras es sufrida con mayor intensidad y
más representativa. La primera experiencia para ella fue una
donde volcó todo su amor y fuego devocional llamando
contantemente al Señor: Amor. También mostró unos
sentimientos de gran agresividad contra Judas; hacia Pedro y
los apóstoles demuestra ironía por su sueño y acciones en
Getsemaní. Ante las condenas injustas de Pilatos y Herodes
demuestra un apego visceral al esposo.
·
Los estudiosos dicen que la tercera ocasión que vivió la
experiencia, hacia 1592, fue de una mayor participación e
identificación con Cristo. Más que los gestos exteriores de
las otras experiencias, hay una comunión en los dolores y
sufrimientos de Cristo en su ofrenda al Padre. Estos
sentimientos serán dominantes en los últimos años de su vida
terrena.
·
Las tres experiencias extáticas tuvieron una duración
excepcional. El primer éxtasis duró 16 horas, el segundo
duró 26 horas y el tercero 24 horas. Todos los éxtasis
empezaban hacia el jueves a mediodía y terminaban el viernes
hacia el mediodía. El ritmo de las horas es importante según
algunos estudiosos, pues guarda una relación directa con los
relojes de la pasión, que a su vez están vinculados con la
literatura patrística tardía del bajo medioevo.
·
En la contemplación de la pasión es ineludible la referencia
a la Palabra de Dios, particularmente a los evangelios. El
primer éxtasis no es muy rico en referencias bíblicas, el
segundo éxtasis es una explosión de alusiones bíblicas, el
tercer y último éxtasis disminuye un poco las referencias
bíblicas. Entre las referencias bíblicas las fuentes
primarias son los evangelios, en un segundo plano los
salmos, en el último éxtasis los salmos son dejados a un
lado por Isaías. En un menor grado hay citas de las cartas
paulinas, de las cartas de Pedro y del Apocalipsis.
Bibliografía
Monache Carmelitane del Carmelo S. Anna in Carpineto
Romano. (2006). ...come un agnello condotto al macello
(Is 53,7) La Passione di Gesù in Santa María Maddalena
de'Pazzi. Perugia: Graphe.IT Edizioni.
Moschetti, P. (2006). IL grido dell' Amore, Vita e
spiritualità di santa Maria Maddalena de'Pazzi. Firenze:
Edizioni Feeria Comunità di San Leonino.
Orešková, S. M. (n.d.). S. Maria Maddalena de'Pazzi, la
santa dell'Amore non amato". Comunità Famiglia di Maria.
Tuveri, G. (2008). La Sainte Flamme sur le pas de
Sainte Marie-Madeleine de Pazzi.
Paris: Parole et Silence.
Preparado por: Christian C. Hernández Rosado, TOC
Comunidad TOC de Santa Teresita, San Juan, Puerto Rico
Provincia O.Carm.: Aragón, Castilla y Valencia-Antillas