La oración contemplativa en sus diversas
manifestaciones es el carisma propio de la Orden del Carmen.
La Misa diaria, la recepción de la Eucaristía, la
meditación de la Palabra o Lectio Divina, el rezo de la Liturgia de las
Horas –Laudes, Vísperas y Completas--, y del Santo Rosario forman parte
del patrón de vida de un terciario carmelita.
Apostolados